Una de las decisiones más importantes de la Administración Pública que se toma todos los años es la redacción de sus presupuestos generales, ya que en ellos se plasma la idea y proyecto de ciudad que el Gobierno que presenta los presupuestos persigue.
Un año más el Gobierno de Pinto trae la aprobación de presupuestos tarde, sin consenso y de nuevo unos presupuestos muy alejados de la realidad que nos ocupa.
Estos presupuestos eran extremadamente importantes, más por la situación de la inflación que nuestros ciudadanos están viviendo, sumados a los numerosos ERTEs y despidos que han sufrido y los precios de la luz y los carburantes. La inflación reduce el poder adquisitivo de la ciudadanía y consume sus ahorros sin necesidad de que ellos los gasten, con el mero paso del tiempo. Además, es un fenómeno que perjudica a quienes menos renta tienen. Ahora más que nunca, es imprescindible que el dinero de los ciudadanos esté en su bolsillo, y no en unas arcas públicas gestionadas por un gobierno incapaz y que ha dejado sin gestionar un presupuesto de 20 millones de euros en 2021.
Un año más el único grupo de la oposición en presentar enmiendas ha sido el Grupo Municipal Ciudadanos Pinto, enmiendas que fueron rechazadas en el pleno, donde pedíamos reducir los precios de las instalaciones deportivas y los campamentos urbanos a la mitad, para fomentar el deporte y la conciliación de las familias en verano. También propusimos reducir a la mitad la tasa de apertura de los negocios, para recuperar todo el tejido empresarial perdido en la crisis. Trajimos al debate la necesidad de aprobar un plan contra la depresión y el suicidio por valor de 100.000 euros, dos cuestiones muy necesarias después de la pandemia. Propusimos la mejora del edificio de seguridad y la entrega de mejores medios a la policía para poder hacer su trabajo de manera segura. Y, finalmente, propusimos la apertura de una Oficina de Atracción de Empresas y Emprendimiento con el objetivo de generar empleo de calidad para nuestros vecinos, que es una de sus primeras necesidades tras la pandemia.
Los presupuestos se presentaron muy tarde, ya que la el Real Decreto legislativo 2/2004 establece que, como tarde, se debían presentar el 15 de octubre de 2021 y el Gobierno nos hizo esperar hasta marzo de 2022. Y esta cuestión, ha perjudicado a todos los ciudadanos, puesto que no pudimos proponer bajadas de impuestos como queríamos, al estar cerrados los padrones a 31 de diciembre de 2021.
El Gobierno en lugar de aceptar nuestras enmiendas ha preferido gastar el dinero de todos los pinteños en partidas de memoria democrática , en destinar a fiestas populares y festejos 1.245.000 euros frente a los 495.000 euros de 2021, en subir el alquiler del edificio de Aserpinto de 100.000 a 200.000 cuando ese edificio se utilizaba ya anteriormente por el Ayuntamiento sin pagar ningún tipo de alquiler o en actividades dentro de la concejalía de mujer por 250.000 euros cuando dejaron sin ejecutar 230.000 euros de esa misma partida en 2021.
Todas nuestras propuestas, como decimos, fueron rechazadas y el presupuesto fue aprobado intacto por parte del Gobierno. Ni salud mental, ni deporte para quienes menos recursos tengan ni campamentos urbanos más económicos. Ni empleo, ni empresas. Ni seguridad.
El resumen, a día de hoy, de este gobierno es que todas las inversiones aprobadas en pleno están ejecutadas al 0% por lo que la realidad es que ni arreglo de vías públicas , ni parque y jardines cuidados , ni plan de asfaltado, ni fuentes ornamentales, ni renovación del alumbrado público y un municipio cada vez más deteriorado y abandonado, eso sí conciertos y saraos no van a faltar, pero lo que si va a faltar es esperanza en que el Gobierno de Pinto reconduzcan esta situación en un año y por suerte solo queda un año.